el tiempo se vuelve fango que se hace goma..
las horas se alargan y se estiran y se hacen lentas..
las muy putas se presumen y se anuncian..
al oído me gritan... y tic-tagean
están ahí cuando duermo y cuando camino
lo hacen, y me hacen daño:
me gritan que ya te fuiste...
y luego ríen y cuchichean
¡horas putas! ¡putas violentas!
Pero solas no viven ellas...
las persiguen los vendedores de traje blanco
ellos, los que van de puerta en puerta..
ellos, los que se meten a la cocina..
los que se esconden bajo la almohada
ellos, los que se anuncian cuando llegan...
y me muestran sus productos
y yo los compro...
y yo me embebo,
los absorbo y los huelo,
les doy vueltas y los recreo...
Pero ellos no vienen solos...
les siguen los hechiceros que visten azul de cielo
y ellos me echan humo
y me zurean con sus zumbidos...
y me hipnotizan con sus latidos
y yo sueño y te veo...
sueño que cuento estrellas que se hacen pecas
sueño que escucho ruidos que se hacen voces
y yo te cuento y me emociono...
Pero ellos no vienen solos...
les siguen los terroristas de traje obscuro
y ellos primero roban y luego pegan
y me azotan con su látigo de realismo...
y yo vuelvo con esas putas;
vuelvo con esas putas violentas, que tigtagean..
(para A. B.)
Malditas horas putas...
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